martes, 11 de agosto de 2009

Comiendo con el enemigo
Es la hora del almuerzo y allí se encuentran todos ellos,
sentimientos que detesto, que de mi mente quiero sacar;
tristeza, amargura, dolor e ilusiones falsas, todos allí
sentados en la misma mesa aunque mirarlos no puedo.
La tristeza come poco,
y su cabeza mira el suelo,
el dolor come mucho,
pero se queja de la comida.
La amargura no come nada, dice que hoy no tiene hambre.
Y las ilusiones, que pasa con ellas?, son muchas y no alcanza la comida para todas,
comparten todo, hasta cuando no hay nada para compartir,
y aunque sus platos estén vacíos
ven en ellos un enorme banquete.

J. Andrés Fielitz

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